Phuket
La policía de Phuket detuvo rápidamente a una pareja involucrada en el robo de un brazalete de oro valorado en más de 100,000 baht en una joyería local. La pareja, que enfrentaba crecientes dificultades económicas, afirmó que su desesperación los impulsó a cometer el crimen.
El incidente tuvo lugar la noche del 31 de marzo de 2068 en una tienda de oro cercana a un conocido centro comercial en Wichit, Phuket. Un hombre disfrazado de mujer entró en la tienda, con un pañuelo en la cabeza y mangas largas para ocultar su identidad. Pidió ver varias pulseras de oro de dos baht cada una. Mientras el empleado presentaba cuidadosamente cada artículo, su cómplice —una joven vestida con una chaqueta amarilla— entró fingiendo curiosear. Se colocó cerca de la puerta automática, lista para actuar.
Cuando llegó el momento oportuno, la mujer gritó "¡Gracias!" al personal de la tienda, indicándole a su compañero que tomara uno de los brazaletes de oro y huyera. El hombre salió corriendo de la tienda y huyó a toda velocidad en una motocicleta estacionada cerca, dejando a los empleados conmocionados. Su cómplice se quedó un momento, fingiendo alarma antes de abandonar el local con calma y mezclarse con la multitud del centro comercial cercano.
Los empleados de la tienda alertaron de inmediato a la policía. En cuestión de horas, agentes de la comisaría de Wichit, dirigidos por el coronel Somsak Thongkliang, revisaron las imágenes de las cámaras de seguridad y descifraron la ruta de escape de los sospechosos. La mujer fue localizada y arrestada enseguida, admitiendo su responsabilidad como autora del robo. Además, convenció a su pareja para que se entregara a las autoridades.
El hombre fue detenido posteriormente en el distrito de Kathu, junto con el brazalete de oro robado y la motocicleta utilizada en la fuga. Durante el interrogatorio, ambos sospechosos confesaron el crimen. Revelaron que habían regentado una pizzería en mercados locales, pero que habían tenido dificultades para llegar a fin de mes en los últimos meses. Ante el aumento de los gastos y la apremiante necesidad de financiar la educación de su hijo, recurrieron al robo como último recurso para conseguir fondos.
La pareja ahora enfrenta cargos por robo con vehículo, un delito grave según la legislación tailandesa. A pesar de sus alegaciones de dificultades económicas, las autoridades de Phuket afirmaron que tales acciones son injustificables y tienen consecuencias.